miércoles, 11 de enero de 2012

—Pensé que no te volvería a ver.
—¿Enserio? Yo estaba segura de que volvería a verte. Segura de que volvería a tener tus ojos oscuros fijos en mí, hipnotizándome. Segura de volver a tocar tu cara, segura de volver a rozar tus labios, segura de volver a sentir tu respiración sobre mi cuello. Segura de tenerte aquí al lado y volver a sentir todo aquello que sentí desde la primera vez que te conocí.
—¿Y cómo es que estabas tan segura?
—Porque sé que la atracción que hay entre nosotros dos es demasiado grande... y aunque nos alejemos por momentos, es inevitable terminar unidos.

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